автор: Walkyria

Por la fuerza incontenible de todo lo que nace y lo que ha nacido
, aún cuando las estrellas eran solo una amalgama de vapor cósmico y cenizas, por todo el amor que infunde en mí la vida, mi alma gemela rubia, clara y ligera, quiero seguir siendo parte de la illusión que es la vida humana. Quiero ser joven, y joven no quiere decir de escasa edad, porque ella seguirá avanzando sin que pueda controlarla; no significa guapa, ni fuerte, porque la belleza también existe en el Más Allá y por encima de lo carnal, en los fantasmas del eclipse y la fuerza no es más que un deseo involuntario.
No, yo quiero ser joven para no olvidarme de la ilusión del porvenir. La ilusión, esta tierna mano de mármol sobre la fragilidad del corazón humano, es mi camino, es el sentido de mis trágicas turbulencias. He visto morir a la belleza, la fuerza, los sueños...los he visto deambular por el mundo de los espectros.
Cuando nació, el caballo ya sabía ponerse en sus patas escurridizas, era un Pégaso en extinción, en condición de debilidad, de fragilidad. Sus alas todavía eran solo dos granos de espuma blanca entre la nieve ensangrentada del plumaje que lo envolvía. Era un unicornio que no sabía cómo enfrentarse a los abismos de la existencia, no conocía ni siquiera su propia imagen, era todavía un potro de crines doradas.
Cuando sus piernas largas se clavaron en el barro amarillento, uno de sus cascos se dobló por lo tierno que estaba y en un décimo del segundo que le pareció un siglo entero el Pégaso se lanzó a un lado, intentó desplegar sus alas y volar, pero se dio cuenta de que no las tenía todavía, no eran alas, y sintió el dolor interno más fuerte aún que el de su lomo que se rozó contra las piedras. Tuvo miedo de que nunca fuera capaz de volar, ni de crecer, ni de morir.
Pero más tarde le crecieron alas sin que él se diera cuenta de su evolución natural. Y así se enteró del misterio que conservaba su cuerno enroscado, fino como el polvo de las mariposas y al mismo tiempo duro como las garras del dragón. Era su llave para el mundo de los sueños, lo que se ocultaba tras la vida, la anhelada memoria de algo que había existido antes de su nacimiento y que se revelaría el día de su muerte carnal. Su cuerno nunca se haría cenizas, ni los gusanos lo corroerían, ni el musgo lo taparía con su manta leprosa. Brillaría por entre las hierbas secas o verdes, entre la nieve de enero o el sudor de los campos en agosto. Reflejaría el vuelo del águila y esperaría que alguien lo encontrase.
Yo espero ser este alguien. O quizás alguien al que no conozco todavía. Tengo las alas preparadas para el vuelo, pero me detiene el miedo a lo inesperado, temor de que pueda caer y hacerme daño. Ojalá este alguien en mí llegue sin dolor, ni lágrimas. Ojalá sea como un amante y que yo sea joven. El cuerno brillante caerá en mi mano abierta y entonces podré ser feliz de una vez. El cuerno de la fertilidad algún día sera mío. Lo encontraré entre las tinieblas de una ciénaga de lodo negro. Resplandecerá como una joya egipcia de alabastro y oro. Algunas ilusiones, algunas leyendas son reales.
















Tengo que cambiar mi vida. Estoy decidida ya. Empezaré por no sentir remordimientos, ni lamentarme de mi propia vida, de lo que no tengo o no puedo conseguir. No vale la pena tratar de cambiar todo el mundo. Lo que pasa debe de haber sido predestinado y punto. Eso no quiere decir que no exista el libre albedrío, al contrario, cada uno de nosotros podría ser dueño de su propio destino, en caso de que tenga la voluntad de conseguirlo. Por eso, voy a disfrutar del momento actual, sin hacer planes para el futuro. Todo está en mis propias manos y depende solo de mí, así que hay que poner manos a la obra y ¡adelante! En primer lugar tengo que buscar algo muy positivo en cada día, en cada instante de mi vida: lo que sea, que me anime para seguir adelante sin deprimirme o estar en la inopia que me pasa tan a menudo. No vale la pena andar de capa caída, aunque a veces esto también tiene su atractivo, sobre todo para mí, que soy un alma romántica y me parece que siempre me afecta la tristeza mundial. Así es mi carácter, pero hay que evitar los pensamientos de suicidio. En segundo lugar, tengo que cuidar más, mucho más de mi propia salud física, porque la psíquica también está relacionada con el estado del cuerpo: Mens sana in corpore sano (una máxima genial). El deporte al aire libre, el montañismo, correr cada día o siempre que tenga algún rato libre, comer sano, no fumar (esta vez voy a conseguirlo, seguro), beber pocas veces y solo alcohol de buena calidad. En total, como solía decir el famoso Capitán Planeta: The power is yours! Bien, ahora por ejemplo, se me han roto las medias, pero ¡qué cojones me importa este detalle!, me compro un par de nuevas y ya está. ¿Qué los pequeños monstruos me quieren destrozar los nervios? – Que les den por culo, ni que fueran mis propios hijos. El estrés puede que sea bueno para la salud hasta cierto punto, pero demasiado ya daña la psíquica. Tengo que aprender a decir “No, basta ya”, porque todo el mundo suele abusar de mí y de mi buena voluntad. Todo lo que escribo ahora no es un simple pasatiempos, sino un plan concreto que voy a seguir en mi futura vida, sin olvidar que nadie me dará un premio si me hago la santa de todos los santos, mucho menos el dios, inventado por los débiles.
Ahora un poco más sobre la salud física. Yo más que nadie sé qué significa sentirte mal y sin fuerzas para cualquier actividad física, aunque la mente desee realizar tal actividad. Así que, te advierto, tonta, nada de dietas desequilibradas y gilipolleces del tipo: no voy a comer nada a partir de ahora, porque esta no vale. Hay que seguir un régimen que no sea demasiado estricto.
La idea es combinar los ejercicios físicos con la dieta saludable. Tengo que distribuir el tiempo de una manera más eficaz para que no me quede todo el trabajo para el último día (esto ya me lo había plantado muchas veces antes). Y una cosa sumamente importante: ¡que se jodan los tíos! No voy a hacerme la tonta para darles placer, ni humillarme ante ellos. Si aquel creído de T. quiere hacerse suplicar, esta no seré yo, para nada, claro, esto se dice muy fácilmente, a ver si lo consigo no solo en palabras. Hay que actuar, tía, no solo reflexionar.
Además ya no voy a tener miedo del frío, ni del invierno, porque también tienen su atractivo. Me hacen sentirme viva. Por ejemplo ahora mismo acabo de regresar de mi jogging de 30 minutos que me llena de energía y es mi manera de salvarme del estrés (la otra manera es escribir, lo que hago a menudo). Lo había olvidado a lo largo de tanto tiempo.
Ahora me fijo que no sé por qué escribo todo esto, quizá esa sea mi manera de combatir la furia interior que me llena por dentro. Sin embargo, sea cual sea la razón de mi deseo de escribir, parece que así puedo expresar mejor mis inquietudes y mis sentimientos, así que seguiré con eso. Bueno, hay, que es viernes, trece, aunque se considera un día maldito y aborrecido por todos los esclavos de Dios, me siento relajada y casi contenta (lo de estar contenta en mi caso es imposible, porque nunca lo estoy por completo). Solo es que no sé si tengo ganas de salir o prefiero quedarme en casa (aburrido, sí, hasta fatal) y ver una peli. Lo de quedarme en casa tiene alguna que otra ventaja: no tendré que aguantar las gilipolleces de cierta gente mediocre con la que había quedado para esta tarde (y cancelé la cita), no tendré que tomar copas sin ningún sentido precisamente esta noche (porque tendré ganas de emborracharme porque no veré a T.) y no perderé otra noche del sueño un poco más largo que necesito (es que casi no duermo como es debido últimamente). Bastantes ventajas, creo yo. Mañana ya saldré, que es sábado y hay cosas que hacer. Ufff, otra vez me pongo a reflexionar demasiado sobre lo que voy a hacer y eso no es bueno ( lo sé por experiencia propia) ¡Que pase lo que tiene que pasar! Aquel imbécil de T. no me contesta al móvil a pesar de que le he enviado dos mensajes, debería dejar de pensar en él. Si hubiera sido diferente en su trato conmigo, seguro que ya le habría dado una patada en el culo, pero el tío se me escurre por la tangente y eso me da una rabia que me muero… ¡Menuda ambición de salirme con la mía! Pero tendré que hablar claro y decirle al pan, pan y al vino, vino: esta vez no conseguiré nada más que un sexo de vez en cuando ( para echar un polvo, nadie mejor que él, lo reconozco, pero tal vez porque estoy flipando cuando me hace caso, el hijo de la grandísima puta).
Ahora mismo no me hacen falta tíos lacrimosos que quieran impedirme disfrutar de mi libertad, que quieran encerrarme en una jaula. Ahora voy a ver “Notting Hill”, a ver si me animo a sonreír. ¡Joder!, un mensaje nuevo, ¿será él? No, cachis, es la otra parte del triángulo diabólico 

Lo vi de nuevo, ayer, aquella fuerza que me hizo ir al centro me condenó otra vez a un sinfín de agonías durante todo el día de hoy. Fui a correr par huir de su imagen, de sus palabras, pero en vano. ¿Con qué habré merecido esta condena? Déjame en paz, maldito espíritu masculino, ¿no ves que me estás devorando por dentro? Hoy no quiero verlo, pero lo veré, porque todo mi ser lo está buscando a través del vacío de mi alma.
Ayer, por la noche, tuve un ataque de locura, una vez más durante la última semana, ¿acaso se hacer más frecuentes?
A ver…voy a reflexionar un poco sobre mis sentimientos, escuchando a Amorphis (me da una energía increíble esta música). Tengo que analizar mi conducta como si fuera yo una tercera persona, digamos un psicólogo. Lo que se nota a primera vista es mi egoísmo innato, mi crueldad hacia mi propia personalidad que se convierte en un puro perfeccionismo. De allí que nunca estoy contenta de lo que soy, de mi aspecto físico, de mi carácter, de mis capacidades.
Dejemos esto, es una simple pérdida de tiempo (como diría T.: it will be waste of time)Hoy, el 14 de enero, pasará lo que tiene que pasar, sin más remedio y que ¡así sea! A partir de ahora espero poder apuntar una gran parte de lo que me sucede cada día (por lo menos lo más significativo según mi parecer). Si no por otra razón, por lo menos para relajar mi mente atascada.
Ahora escucho Moon and Sun, Part II, de Amorphis : de puta madre esta canción, me poce la piel de gallina, lo que quiere decir que es buena.
Me gusta el invierno (son las 15,40 de la tarde), pero no voy a negar que me provoca un poco de melancolía y tristeza, ahora, estoy releyendo “Wuthering Heigts” – Colinas Azotadas y la otra noche realmente me espantaba cada ruido inesperado hacia las doce de la noche, cuando estaba leyendo aquella parte donde Heathcliff abre la ventana y llama entre lágrimas a Catherine o mejor dicho a su fantasma. Daría todo para poder vivir en una época anterior a la actual: digamos en el siglo XVII, el XIX o aún más remota: el siglo XIII por ejemplo. No sé, creo que me he equivocado de lugar y sobre todo de tiempo. Ahora seguiré leyendo la novela, en silencio, porque ya estoy harta de oír la música, además no creo que Amorphis o cualquier otro grupo de este tipo que habitualmente me encanta corresponda a la lectura de semejante novela.
No me ha quedado tiempo para nada este fin de semana, es que nunca me da tiempo para hacer todo lo que me he decidido realizar. Ayer regresé sobre la 1 y media y casi no puedo dormir bien últimamente.
Hoy lo veré de nuevo. Claro, me comportaré como si no hubiera pasado nada, aunque me está mordiendo ya el mismo pensamientode que ayer él fue solo suyo y que ha preferido estar con ella en vez de conmigo. Y lo peor de todo será si al fin y al cabo decide empezar algo serio con ella y que seguiré viéndolo, dándole clases de español o al salir con la pandilla. Sé que ella es mi amiga, pero este hecho no cambia en absoluto mi opinión acerca de su posible pareja. Hoy preguntaré, claro, como si nada, qué tal la juerga de anoche. No, esta pregunta la haré, explicando lo bien que me lo he pasado yo en el club. Luego seguiré con el trabajo de la clase, evitando todo tipo de intimidades. Debo ser una profesional, lo demás son tonterías, debilidades del carácter femenino y yo soy demasiado orgullosa para permitirme semejante lujo.
La semana que viene tengo que decidir si ir a Bansko. Por un lado me seduce la idea de estar un poco al aire libre, pasear, y más que nada destrozar el corazón de aquel blandito de B. Por otro lado tendré que aguantar su cariño almibarado de hijo de puta y también a sus amigos y no estoy para bromas o cachondeo justamente ahora. Además tengo un montón de trabajo y no tengo pasta. En fin, creo que voy a privar a B. De mi compañía agaradable. Hasta el miércoles que viene tengo que haber tomado la decisión. Ahora pienso dejar de suponer, temer o lo que sea porque no llegaré a ninguna conclusión.
Claro que ayer no pasó nada, como me lo había imaginado. Por eso no apunté nada. Ahora ya me doy cuenta de que me había tirado mal las cuentas con T. Simplemente es imposible que algo cambie. Hoy es el 16 de enero y tengo trabajo que no puedo aplazar. Siempre que pueda, voy a contar lo que me ha pasado.
Cuando cae la luna sobre el mar, ya no tiene dónde reflejarse, con tanta basura, no es tarea fácil...
Es la pura verdad. Ahora que hay luna llena, toda su luz es devorada por la suciedad de esta tierra que todos llamamos ”nuestro planeta y nuestra casa”. Seguiré con la lectura de Colinas Azotadas. Muy buen pensamiento este: La gente orgullosa se condena sola a un sinfín de problemas.
No creo que pueda ser tan fácil la explicación de algo tan absurdo como lo que he visto en la película ”El exorcismo de Emily Rose”. No creo en demonios, porque el que no cree en la existencia de dios, tampoco puede imaginarse que exista el Satanás. Pero tampoco creo que la única explicación de todo lo que sucede en este mundo sea la puramente científica, porque el cerebro humano no es capaz de explicarse algunas incoherencias tremendas en la filosofía que se considera la aceptada por todos. ¿Qué son los trastornos mentales? ¿Son realmente enfermedades psíquicas o algún tipo de fuerzas sobrenaturales? No soy la primera que se ha hecho esta pregunta y claro, no seré la última en hacerlo. La gente lo ha hecho desde el principio de la eternidad y lo hará también hasta la eternidad, porque la ternidad es como la cifra mágica del 8, que no tiene ni comienzo, ni fin. Y si es verdad que exista un mundo más allá de la realidad humana conocida, ¿qué son los sueños? ¿Y qué es lo subconsciente?
¿Cuál es el enlace entre los sueños y lo subconsciente? Por ejemplo, yo sueño a menudo lugares que nunca he visitado y sin embargo me parecen tan conocidos en mis sueños como si hubiera estado allí varias veces. ¿Cómo es posible que en mis sueños vea a tanta gente a la que no he visto nunca antes y que esta gente cumpla un determinado papel dentro del sueño?
Yo supongo que los sueños son el puente que une lo imaginario, lo así llamado intuitivo, con lo puramente psíquico. A veces ciertos sentimientos que en realidad intento ocultar o apagar, se revelan en mis sueños con toda su fuerza, también lo hacen algunos pensamientos ingenuos a los que ni siquiera he hecho caso durante el día. También hay veces que en sueños experimento miedo, terror e incluso un tipo de agresión o vergüenza y todo parece tan real que al despertarme a veces me es difícil distinguir lo soñado de lo vivido.
Creo que lo mismo sucede con los así llamados demonios que se apoderan de nosotros: son algo como remedio contra el estrés que vivimos cada día o al contrario, contra la existencia aburrida que provoca los vicios humanos. También sé por experiencia propia que la manera de combatir con el estrés, el aburrimiento o el nerviosismo, es hacer deporte o escribir y estudiar. Correr 30 minutos me libera de todo tipo de obsesiones o molestias psíquicas. Así la mente se limpia por sí sola, el cuerpo se refuerza, uno se concentra en la labor de los músculos, en la respiración y se olvida de lo demás por lo menos por algún tiempo: lo suficiente para sentirse fuerte y lleno de energía y de ganas de vivir.
Lo demoníaco no es malo. Es algo que nos mantiene despiertos y activos. Hay que ser un poco cruel, un poco evel para sentir el sabor de esta vida.
Me voy a acostar y llamaré al Sweet Morpheus una vez más. Sé que mañana voy a recordar mi sueño como siempre (sea bueno o malo, agradable o pesadilla) y quizás mañana piense de una manera completamente diferente. Basta ya del día 17 de enero…
No puedo creer que ayer pasé el día sin apuntar nada aquí, quizás se me funden ya los días en una amalgama de viscosa soledad (no he tenido la ambición de formular algún tipo de frase poética, así se me ocurrió). Ya me acuerdo de que ayer estuve sumamente cansada y un poco decepcionada de la manera de transcurrir el día, como siempre, diría alguien. Parece que yo nunca puedo estar contenta de mi vida y es así, no lo niego. El otro día estuve reflexionando sobre las fuerzas malvadas y los demonios (que si son reales, son un invento de la mente humana). No sé si es posible que en una persona convivan do9s caracteres opuestos como me parece que sucede conmigo. Es que cuando me pongo a pensar en mi mundo interior, me horroriza la ambigüedad de mi yo que tiene dos cabezas como un ser mítico.
Mucha gente ve solo la parte alegre de lo que soy yo, que es solo una máscara bien elaborada que engaña a los demás, pero yo sé quién soy en el fondo: soy el alma gemela de Heatkliff, un idealista perdido que odia a todo el mundo y también a sí mismo porque nada y nadie es lo que él se había imaginado que sería. Ahora me centraré en mi lectura de Colinas Azotadas para llegar a una respuesta de la pregunta: ¿por qué no soy feliz, qué me lo impide? Debería confesar con miedo que aun sin leer el libro hasta el final sé la respuesta: porque no quiero ser feliz, en el fondo lo que me provoca es precisamente la falta de felicidad…Algunos se complacen al vivir rodeados de dolor y tristeza. Es un círculo vicioso…
No puede ser…
Que surja un hermoso rostro
Entre la blancura lechosa de la obsesión,
Que este demonio hermoso
Me regale algo que algunos llaman pasión.
No, no puede ser que me sienta tan perdidamente desesperada, no es posible que me sienta como un cuerpo vano, sin alma, sin fuerzas para existir. La inmensa tristeza me invade hora a hora, ¿qué es lo que quiero? ¿Por qué me mortifico cada instante? ¿Qué es lo que estoy buscando? ¿A alguien que me decepcione de nuevo? Desengaños, no son todos más que puros desengaños. Aquel príncipe, al que he esperado durante todos estos años, no es más que un rayo de luna, una ilusión…
Frente a mí los ojos de Lope de Vega me están escrutando como si se burlaran de mi tristeza. ¿Qué me aconsejaría Vuestra Merced, señor Vega, profesor? Dígame, ¿qué tengo que hacer para cambiar mi destino, no beber de esta copa tan amarga, para salvarme de lo trivial y de lo feo que intenta asfixiarme cada día? Vuestras poesías son hermosas, vuestras obras son geniales, llevan en sí la eternidad de la mente humana, pero, dígame, ¿ha sido Vuestra Merced feliz? ¿Cuánto amor ha encontrado, compartido en las pupilas de vuestras amantes? ¿Cuántas veces ha deseado locamente suicidarse?
Y usted, Gustavo Adolfo Bécquer, usted, que es mi ídolo, el poeta de cuyos versos me enamoré siendo yo una niña todavía, ¿sabe usted si merece la pena tener sueños y vivir para llevarlos a cabo? Levántese de la tumba que le protege de este maldito mundo del siglo XXI, venga a ver en qué se ha convertido el universo que usted conocía, que describía con tanta belleza, mire cómo se ha corrompido la nobleza, la hermosura y la fe. Quiero que usted sea sincero conmigo y que confiese, ¿le han hecho feliz sus versos? Porque los míos quedarán en el olvido.
Las palabras son aire y van al aire…
El cuerpo es tierra y reposa en la tierra,
Dígame usted, ¿adónde va la poesía,
Cuando a nadie le importa lo que antes era…?
¿Adónde va la melancolía
Cuando no hay alma que se entristezca,
Y el odio, por qué crece tanto,
Cuando todos se olvidan de tu existencia…?